Siempre que se hace un regalo o una compra propia pensando en alguna de estas dos piedras, la mayoría de las veces se tiene dudas sobre que será mejor o que es más caro. Es muy común oír hablar del término brillante como si fuera una piedra preciosa, o incluso afirmaciones sobre que el brillante y el diamante son lo mismo, grave error. Así que para aclarar todas estas son preguntas típicas os dejamos por aquí una post ideal para aclarar tus dudas sobre las diferencia entre diamante y brillante. Si quieres tomar una buena elección, atento!
Qué son los diamantes
Antes de nada, vamos a conocer las cuatro características que determinan la calidad y el coste de un diamante tallado, siendo estas su peso, color, pureza y talla. A estos cuatro valores se les conoce como las cuatro “C”, en terminología inglesa.
Peso
Se mide siempre en quilates y su precio aumenta mucho más que el peso ¿Que quiere decir esto? Que el tamaño aumenta mucho menos que el peso. Así, es fácil entender por qué son más caros los diamantes a medida que aumenta su tamaño, ya que la naturaleza en sí proporciona mucho menos piedras grandes, ya que es más difícil que se cristalicen en tamaños mayores.
Color
Este valor es el que marca la calidad y el precio de un diamante tallado. Un diamante que ya está pulido es más preciado por su escasez y su valor, además de ser una joya mucho más bonita y estética. Para la medición del color de los diamantes, se suele utilizar un sistema alfabético que empieza por la D y finalizando en la Z para determinar los grados de color de un diamante tallado. El color D corresponde al más transparente o blanco mientras que el color Z hace referencia al tono amarillo y de peor calidad.
Talla
Un buen corte es fundamental para que el diamante pueda mostrar su belleza y sus características propias. La talla perfecta no es sencillo de conseguir, hay que buscar un equilibrio entre belleza y conseguir que la mayoría de la luz que entre en la joya pueda salir reflejada. Para conseguir una talla perfecta, hay que conseguir que tanto la profundidad como el ancho de la tabla hayan sido tallados dejando las proporciones idóneas.
Pureza
La pureza de un diamante determina la ausencia de defectos, el tamaño y el número de marcas internas en el interior o exterior del diamante tallado. Es muy difícil encontrar un diamante de claridad y pureza perfecta, cuanto más puro y limpio sea el tallado, mayor luz y brillo proporcionará a la pieza, con su consecuente mayor valor.
Tallas de los diamantes
La talla por excelencia y conocida por todos es la diamante, una talla brillante de lo más redonda. Pero hay muchas otras que dan un acabado precioso como son la talla princesa, marquesa, pera, radiant, esmeralda, etc. La talla marquesa crea una forma oval de la joya, que termina en cada uno de sus extremos en punta. La talla princesa es de forma cuadrada o rectangular.
Las grandes diferencias entre diamante y brillante
El diamante es un mineral formado solamente por carbono y que tras varios procesos de transformación pasa de ser un carbón a carbono cristalizado, además de transformarse por lo tanto en el material más duro que existe en la Tierra. En cambio el brillante es un tipo de talla que se le da al diamante, siendo la más utilizada actualmente.
Por lo tanto, acuérdate siempre de las siguientes conclusiones:
- Popularmente, se ha admitido la designación de brillante para todos los diamantes tallados como tal. Se ha cambiado el nombre del material (diamante) por la talla (brillante) y ya los definimos como brillantes redondos, cuadrados, etc.
- Brillante es como llamamos a un tipo de talla y nunca al material empleado.
- La talla brillante es la más conocida en joyería.
Ya sabéis la diferencia entre el diamante y el brillante y todo sobre las tallas de los diamantes, ya no tenéis excusa para confundiros. Ahora sólo es cuestión de elegir la talla que prefieras según tu gusto.